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¿Se raja la actividad normativa en el Concejo de Bucaramanga?

14 de septiembre de 2019 | @BMComovamos

Publicado por Vanguardia


En Colombia tenemos normas para casi todo, muchas de las cuales parece que se aplican para casi nada. Los Concejos Municipales que hacen parte de la Rama Ejecutiva generan una categoría normativa, a través de los Acuerdos, actos administrativos de obligatorio cumplimiento.


Para que nazca un acuerdo se requiere un proyecto, que contiene la propuesta normativa que se presenta y debate con base en una ponencia. La ponencia debe contener la sustentación o defensa del proyecto, con el fin de presentar de manera clara, ordenada y concisa, las razones para aprobar o improbar el proyecto y sugerir modificaciones si es el caso.


Se espera que tanto en el proyecto, ponencia, debates y acuerdo se incluyan elementos de calidad normativa, como la definición del propósito, el análisis de la conveniencia jurídica, los resultados del diagnóstico del problema que se quiere resolver, el análisis de las alternativas, los mecanismos de seguimiento y responsables de lo ordenado, así como la inclusión de la voz de la ciudadanía y expertos en el tema, todo esto con el ánimo de lograr un Acuerdo de calidad que luego pueda cumplirse.


Esta es la expectativa frente a lo que deberían ser los acuerdos, sin embargo, la realidad muestra que los acuerdos desde su proceso de creación hasta su cumplimiento tienen muchos pendientes. Demos dos ejemplos. Uno sobre el cumplimiento: El Acuerdo 048 de 2017 que aprobó el Centro de Bienestar Animal cumple dos años de aprobación sin que aún sea una realidad. Otro sobre su baja calidad normativa: el Acuerdo 018 de 2019 por el cual se “implementan estrategias de convivencia y cultura ciudadana en la educación para vivir en paz en los establecimientos educativos”. El texto del acuerdo lo único que deja claro es que la Secretaría Municipal de Educación y otras dependencias, tendrán que “determinar los contenidos, metodología, material didáctico y demás aspectos necesarios para la implementación de la “Estrategia de Convivencia para vivir en paz”. Se fijan objetivos tan amplios y obligaciones tan indeterminadas que no es claro cómo va a cumplirse.

Concejales, normas hay muchas, la pregunta es cómo se logra su cumplimiento.


Por Ana Patricia Pabón

Docente Universidad Autónoma de Bucaramanga e integrante de Concejo Cómo Vamos.

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