Septiembre 27 de 2018
La principal justificación que se ha dado para proponer la restricción del parrillero en las motocicletas, se enfoca hacia la seguridad. Se pretendería con esta medida dificultar la labor de los delincuentes para que se dediquen a otra cosa, pero veamos algunas cifras para la reflexión:
En Bucaramanga, de 90 homicidios y 4077 hurtos registrados durante el año 2017, el 90% de los primeros y el 69% de los segundos fueron cometidos por personas que se movilizaron a pie. ¿Deberíamos entonces restringir este tipo de movilidad para bajar estas cifras?, seguramente no.
En el caso de los homicidios si comparamos la participación del parrillero de moto en diferentes ciudades tenemos los siguientes resultados: Bucaramanga 5%, Barranquilla 32%, Cartagena 19%, Medellín 17%, Cali 14%, Cúcuta 18% y Santa Marta 31%. Se aclarara que en Cali el parrillero hombre está prohibido desde el año 1998, en Cúcuta desde junio del año 2014 y Santa Marta que tiene la participación del parrillero más alta, desde enero del 2013.
En hurtos a personas la participación del parrillero es la siguiente: Bucaramanga 17%, Barranquilla 20%, Cartagena 23%, Medellín 13%, Cali 12%, Cúcuta 8%, y Santa Marta 16%. Con excepción de Cúcuta no hay diferencias significativas entre las ciudades que tienen la medida y las demás.
¿Qué faltaría por analizar? Hurtos con armas de fuego y accidentalidad para la siguiente columna.
Publicado en ADN Bucaramanga