Agosto 31 de 2017
En una conferencia organizada por el Banco de la República sobre el empleo en Colombia, los expositores señalaban que las mayores tasas de desempleo femenino, estaban relacionadas en buena parte con los costos que implicaba para los empleadores la licencia de maternidad. Una de las expositoras propuso una “revolución” que consistía en dar el mismo tiempo a hombres y mujeres para atender al recién nacido y así reducir la desventaja femenina. Otro no estuvo de acuerdo porque ello implicaba aumentar los costos para los empleadores, lo cual reduciría la ya escasa oferta de empleo formal.
Propuso a cambio que los hombres buscaran la forma de adecuar sus vacaciones para así poder compartir con las mujeres el cuidado del recién nacido. Otro sólo anotó que esta última propuesta no ayudaba a reducir la desventaja de la mujer en el mercado laboral y además “pobre mujer, ahora además de cuidar al niño le van a enviar al marido para que lo atienda”. ¿Por qué nos costará tanto trabajo entender que si la primera infancia es tan importante, como sociedad debemos compartir los costos de esa atención y ese cuidado? En otras sociedades, donde los niños y niñas no abundan, ya han aprendido a valorarlos, por ello se asume buena parte de esos costos socialmente y no es asunto que se deje sólo a padres y sus empleadores.
Publicado en ADN Bucaramanga