Noviembre 29 de 2018
Como me imagino que la mayoría de las columnas de opinión de hoy tratarán sobre la “tranquila conversación entre dos santandereanos”, en este caso entre el alcalde y un concejal de Bucaramanga, pues, ¡Yo no me puedo quedar atrás!
Al consultar a un abogado sobre este vergonzoso video, este afirmó que eventualmente se podría estar configurando el delito de agresión a servidor público. El golpe es una falta gravísima, me escribió él, que puede acarrearle al Alcalde como mínimo una suspensión. Comento esto de las implicaciones legales porque la escena es solo un ejemplo de algo que al parecer no tiene muy claro buena parte de los santandereanos: la agresión a una persona no se trata de un asunto privado o personal sin mayor trascendencia, la violencia interpersonal es un delito.
Las cifras de Medicina Legal, año tras año en la ciudad registran tasas de lesiones personales que superan hasta en un 50% la media nacional. Como ejemplo, en el año 2017 a nivel nacional se presentaron 234 lesionados por cada cien mil habitantes mientras en Bucaramanga fueron 464. Son datos que nos muestran que en verdad podemos estar frente a un problema de salud pública, que no es muy distinto del tema de la violencia intrafamiliar: se trata de no saber manejar nuestros conflictos con amigos, conocidos, vecinos y familiares de una manera civilizada.
Publicado en ADN Bucaramanga