Diciembre 13 de 2018
El día de ayer se presentó el tercer informe de seguimiento a la actividad del Concejo de Bucaramanga. En esta edición del informe evaluamos dos aspectos, la permanencia en las sesiones y el control político. La dimensión de actividad normativa es evaluada anualmente.
Los concejales durante el primer semestre del año 2018, mejoraron notablemente en la dimensión de permanencia. A pesar del Mundial de Fútbol, a más sesiones procuraron llegar puntualmente y permanecieron en las mismas más tiempo. No es un indicador que constituya la meta máxima del desempeño de un concejal, pero es lo mínimo por lo que se les paga. Un concejal ejerce formalmente en las sesiones, por fuera de ellas, aunque no lo se lo crean, son ciudadanos como el resto de nosotros.
De otra parte, en materia de control político, evaluamos la calidad del discurso, esto es, si en sus intervenciones el concejal hace un contexto del tema de la sesión, le informa al funcionario citado cuál es la norma a partir de la cual le va a hacer seguimiento, expresa una posición al respecto y la argumenta con soportes provenientes de evaluaciones formales, estadísticas o estudios técnicos con fuente. Otro tipo de argumentos, como los vivenciales tienen alguna puntuación, pero menor. En esta dimensión el concejo se ubicó en un rango aceptable y desmejoró con respecto a nuestra evaluación anterior.
Publicado en ADN Bucaramanga