Junio 28 de 2017
Los asentamientos precarios son la expresión más dramática de la ocupación del territorio y se definen como “concentraciones poblacionales que surgen de manera invasiva y/o no planificada en un territorio determinado de la ciudad”.
Según la CDMB, en el Área Metropolitana de Bucaramanga pasaron de 88 en 1988 a 251 en 2010; su normalización se enfrenta al dilema de estar la mayoría en zonas de riesgo, sin poder, entonces, acceder a recursos nacionales para mejoramientos barriales. Tampoco se dispone de estudios de riesgos para saber si estos son mitigables y poder así convertir los asentamientos en parte integral de la ciudad.
Los datos oficiales sólo toman dos indicadores: déficit cuantitativo, que se refiere a viviendas faltantes para una relación 1 a 1 entre hogares y déficit cualitativo, que mide el porcentaje de hogares con vivienda, pero sin la calidad adecuada de tamaño, materiales y sin acceso a saneamiento básico. Según el Censo 2005, en Bucaramanga, el 23% de los hogares presenta déficit. De éste déficit, el 69% (42.569 hogares) corresponde a déficit cuantitativo.
En el AMB se siguen adelantando proyectos de vivienda formal e informal, que ignoran los estándares mínimos. Requerimos una visión global de territorio a nivel metropolitano. El respeto del derecho a la vivienda digna, pasa necesariamente por la ampliación de las oportunidades para que las personas puedan alcanzar la superación de la pobreza.
Publicado en ADN Bucaramanga
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