Julio 12 de 2018
Ayer se conmemoró el día mundial de la población con énfasis en la planificación familiar como derecho humano, la cual fue reconocida como tal hace 50 años en la conferencia internacional de derechos humanos: mujeres y hombres tienen el derecho de elegir cuándo y con qué frecuencia tener su prole e incluso elegir no procrear.
Algunos afirman que el problema de la sobrepoblación planteado por Malthus fue resuelto hace mucho tiempo, ya que las técnicas modernas de control de natalidad han frenado el crecimiento exponencial de población y la tecnología agrícola han incrementado la oferta de alimentos.
Lo anterior es cierto, pero cuando se encuentran estimativos de los organismos multilaterales, de un ritmo de crecimiento de la población mundial de 83 millones de personas al año y que, aun asumiendo que la fertilidad seguirá disminuyendo, la población mundial alcanzará los 11.200 millones de personas en 2100, vuelve a surgir el viejo fantasma de la sobrepoblación que tanto obsesiona al supervillano de la Marvel: Thanos.
La población en sí misma no es la raíz de todos los dramas medioambientales que actualmente vivimos, es nuestro estilo de vida y hasta nuestro modo de producción. Sin embargo, el profesor Paul Murtaugh, de la Oregon State University, afirma que una vasectomía disminuye la huella ecológica de carbono 28 veces más que una vida de reciclar y reutilizar.
Publicado en ADN Bucaramanga
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