Marzo 21 de 2019
Cuando investigamos sobre las implicaciones de la inteligencia artificial y la automatización en el mercado laboral, se encuentran varios estudios. Tal vez el más citado, uno de la Universidad de Oxford del año 2013, proyectó que en los próximos quince años el 47% de los empleos iba a desaparecer. Ya han pasado seis años después de esta alerta. No se trata solo de los trabajos manuales del sector manufacturero, sino también de buena parte de las profesiones tales como abogados, médicos, corredores de bolsa, periodistas, pilotos, docentes, agentes de bienes raíces, asesores bancarios, en fin, la lista es larga.
América Latina no se está preparando para este escenario que se avecina y que muy seguramente hará que las empresas no puedan competir con los bajos precios de los servicios que ofrecerán empresas de los países más desarrollados, sin siquiera tener que salir de casa. Como mal de muchos, es consuelo de tontos, Bucaramanga y los demás municipios metropolitanos deberían proyectar seriamente en la planeación de corto y largo plazo, el futuro del empleo local. Y es precisamente por esta razón que la opción de las carreras técnicas y tecnológicas ya no debe ser vista como la alternativa para jóvenes pobres que no pudieron acceder a la universidad sino una alternativa real de primera línea tal y como es considerado en Alemania. La discusión apenas comienza.
Publicado en ADN Bucaramanga