Noviembre 15 de 2018
Al revisar los resultados en materia de calidad educativa, vemos que el porcentaje de estudiantes que logran los niveles satisfactorio o avanzado en las áreas de matemáticas y lenguaje, en los cuatro municipios del área metropolitana están por encima de la media nacional. Excepto Girón los demás obtuvieron mejores desempeños que ciudades como Bogotá o Medellín. Hasta ahí todo muy bien, pero estos resultados también muestran cosas tan preocupantes como que menos del 50% de los estudiantes de los grados quinto y noveno logran los desempeños deseables en matemáticas. Que en el contexto nacional estén peor no sirve de consuelo.
De otra parte, un sistema educativo equitativo no debería permitir diferencias en los desempeños de los estudiantes según su condición socioeconómica, porque el sector público debería poder equiparar las desventajas que tienen los estudiantes de las familias más pobres. Pero resulta que el sistema educativo ahonda esas diferencias, pues mientras menos del 15% de los estudiantes de undécimo del nivel socioeconómico más bajo logra un puntaje de 310 o más en las pruebas SABER 11°, más del 70% del nivel socioeconómico más alto sí obtienen estos resultados. ¿Será que los estudiantes del nivel socioeconómico bajo tienen menos capacidad que los de nivel socioeconómico alto? ¿O que el sistema educativo público no les ofrece las mismas oportunidades que ofrece el sector privado a quien puede costearlo?
Publicado en ADN Bucaramanga